La antigua Roma
ideó una red de caminos para conectar sus dominios. El concepto
actual de imperio ha cambiado incorporando muros en las vías de
conexión, no solo en el plano físico, sino también en el ético y
cultural. Ahora no solo es política de expansión, también es
fronteriza.
MIR (Military, Inmigration, Racism), podrían ser las siglas de una nueva
Agencia del Gobierno de Trump. Pero, ¿para qué crear una
nueva Agencia si ya existen varias para “arreglar” esas cosas?
En los Estados Unidos
ya se expulsaba a los emigrantes sin papeles, antes de que lo
prometiera Donald Trump. El obstáculo fronterizo que separa
los Estados Unidos de Méjico
se compone de partes hechas de alambradas, muros de metal y
también algunas partes de hormigón. Es más, el muro también fue
financiado por la administración de Bill Clinton. Pasado,
presente y futuro se diluyen en el mismo vacío de los discursos
populistas.
Incluso, bajo el mandato
de Obama, hemos visto la realidad americana padecida por los
ciudadanos negros. Así que, las provocaciones racistas tampoco son
invención de Trump. Más
bien son parte de un eterno conflicto nacional entre los discursos
racistas y antirracistas. Es obvio que el problema racial ya
existía en el país.
El alegato militar de
Trump es aun más populista. Tanto como el defendido por sus
detractores, que afirman que el nuevo Comandante en Jefe los llevará
a un conflicto armado a nivel mundial. ¿ No está ya en guerra
Estados Unidos ? ¿Acaso queda algún lugar en el planeta
donde no intervenga el ejército norteamericano? Quizás la única
diferencia que veamos en esta materia, entre el presidente saliente y
el entrante, sea el Premio Nobel de la Paz… eso espero.
Trump sabía que
esta verborrea electoral contentaría a gran parte del electorado. Y,
por los resultados de las elecciones, se constata que la mayoría
votante norteamericana está contenta.
!Ave Imperator Caesar
Trump !