domingo, 22 de marzo de 2015

LENTILLAS CAÍDAS


Mi querida alemana de gafas de broma. Ni tu sabías de nuestro encuentro ni yo de mi hallazgo. Inconcientes uno del otro, me esperabas como imagen latente a salvo de cualquier otra luz. Durante años peligró tu vida por la posibilidad de ser velada por manos que no merecieran tu imagen. En aquel mercadillo de Berlín me fijé en la pequeña trampa del tiempo donde te habían escondido, y te traje conmigo sin saberte. Incluso yo estuve a punto de acabar contigo. Ignoraba que estabas atrapada dentro, olvidada. Fue varios meses después, al abrir esa pequeña puerta negra cuando me percaté de tu presencia aún sin verte, sin conocerte. Afortunadamente para ambos cerré la puertecita rápidamente. Era vital para ti volver a la oscuridad, de momento.

La sorpresa se convirtió en alegría y luego en curiosidad desesperante, incluso imperiosa. Debía hacer lo necesario para saber qué y quién habían dentro. Ya en la oscuridad, como tu te mereces, volví a abrir la trampa mágica. Ahora para liberarte de esa condena en el tiempo. Mis primeras caricias fueron sin verte, sin saber ni siquiera que estabas, que eras. Luego te bañé en aguas reveladoras varias veces para poder ver tu verdad. Mientras me preguntaba si habrías sufrido quemaduras a causa de nuestro primer encuentro, por mi culpa ignorante. Tras fijar tu imagen para siempre me sentí impaciente por saber, sin saber de ti aún. Te puse a contraluz y te vi por vez primera. Solo estabas tú. Y a tu lado en otro espacio continuo, pero no paralelo, una ventana velada casi por completo. El resto no fue expuesto jamás, era la nada.

Tu imagen negativa e incierta, contradictoriamente, era una realidad positivamente certera. Sí, hay alguien. Eres tú. Esto ha sido.

Prefiero mi astigmatismo que ver por el monóculo prestado. También presumo de mi presbicia, mejor que gafas financiadas. Preferible mi miopía al mayor telescopio estelar. Y, bendita mis cataratas que hacen que no necesite sus lentillas interesadas. 


Mejor imagen  propia borrosa o desenfocada, que cualquier otra ajena clara y nítidamente interesada. Así que, es preferible tener las lentillas caídas para poder seguir observando las imágenes que aún no se han llenado del todo.

domingo, 15 de marzo de 2015

BENNU

Fuego destructor, inevitable provocador de la reconstrucción. Renovador, no siempre purificador. Mis ojos de garza1 y cabeza de ave en cuerpo de hombre. Coronado con el Atef de cresta amarilla que arde en fuego. Tendré que ser mi propio ba de Ra. Guiándome  al ultramundo, a mi propio y personal Duat. Desde el estallido del corazón ardiente de Osiris. Tal como dice el libro de los muertos. Muerte y Sol.

El que se convirtió en ser por sí mismo. Esta vez, como con el cadáver de mi padre sobre la espalda, el peso del huevo de mirra pesaba como nunca. Fue duro volar desde la Arabia para empujar su cuerpo al Más allá, en el Templo del Sol. El plumaje más rojo que la sangre, más anaranjado que la rabia y más amarillo que el reflejo del fuego en los ojos de Isis, al ver estallar el corazón de su amado. Fuego purificador y lágrimas curativas. El tiempo medido en clepsidras de gotas de agua clavadas en mi cuerpo. Vuelo como una nube de fuego sobre la colina de Benben. Esperando las proyecciones del Sol sobre ella, y finalmente posarme.

Para los negociantes de las reconstrucciones Bennu2 no puede volver tan solo cada quinientos años. No sería rentable. No lo esperarían, no lo necesitan. Da igual si lo caído no renace de sí mismo, verdaderamente renovado. En su libro de los muertos no lo dice. En sus textos, tan sagrados como cualquiera, las vidas de unos se transforman en dinero para otros. El fuego arde en cuerpos ajenos, no en el propio. Destruir, reconstruir, destruir más, reconstruir otra vez.

En algún lugar, tras disiparse el polvo del desierto, aparece lentamente la imagen de un camión de una empresa occidental de contratistas. Pasó por delante de sus ojos de garza, y pudo leer en uno de sus lados el nombre de la compañía. Fénix & Cia .







1. Ojos de garza. En Egipto, a veces Bennu era representado por la cabeza de garza y cuerpo de hombre. De traje blanco o azul bajo una capa transparente.
2. Bennu. Ave mitológica del Antiguo Egipto. Representada como una  garza real cenicienta o aguzanieves, con corona Atef  y cresta de plumas. En Grecia el ave Fénix.





martes, 10 de marzo de 2015

DOBLARSE

Los “osos bipolares” existen y también invernan agazapados a salvo de la fría realidad. Porque afuera solo queda una opción, hacerse más desigual y quebrado.

A doble o nada, pensé al segundo trago de whisky, también doble. Doblando la vida en una barra de un bar cualquiera. Plegando las dobleces del corazón ya curvado. Doblo cabos mentales que quedan atrás sobre el mar, más rabioso que verde. Acurrucado en la herida, doblado como el animal abatido tras la lidia. Dos dobles más sería doblar otra vez, pienso. Y pido dos  !! Redoble !!  grita una estúpida voz interior.

En una esquina del bar, la bola blanca golpea la amarilla y esta a una tercera con un número imposible en un billar. La bola 17 acaba en el lugar donde se hallaba la otra. Doblar la bola, lo llaman. Un pequeño duende rubio vestido de verde corre a través de la pantalla de plasma del televisor. Es un personaje de  dibujos animados, y su voz está doblada con un acento mexicano. Los tragos me dan la capacidad de clonar todo lo que miro y de combar el alma con los pensamientos tanto buenos como malos. Ahora ya todo es doble, por fin.

Inclinarse ante el patrón, encorvarse ante los mercados. Flexionar las rodillas por miedo. Arquear la espalda para cargar el doble por la mitad de salario. Alabear el orgullo y ladear la dignidad. Doblegarse al sistema prensador. Agachar los puños y la frente para tragar mejor. Abochornarse y avergonzarse por la continua entrada doblada.

Doblar beneficios rápidamente. Duplicar valores en bolsa. Binar propiedades y redoblar fortunas. Remontar con zapatos cómodamente caros colinas de dinero bajo sus píes.

A doble o nada. Me empujo otro trago y escucho las palabras de mi propio eco, que también es una doblez.

Invernar: Pasar el invierno en algún lugar.
Hibernar: Pasar el invierno, especialmente en estado de hibernación.


jueves, 5 de marzo de 2015

AGUJERO NEGRO










¿Quién no ha soltado alguna vez una palabrota o un insulto? La mayoría de las veces, son solo un rayón en la partitura. Una nota mal sonante a destiempo y desafinada. Pero la mala educación a menudo aparece en pulcros pentagramas, despreciables estribillos y condescendientes sinfonías. 

Cuando se asocia tatuajes y crestas a uñas sucias, o hijos maleducados a madres, fregonas y  escaleras. Es que se ha perdido la perspectiva.

La perspectiva1, maravilloso descubrimiento del Renacimiento. Gracias, en gran medida, a la cámara oscura2. Legado de la fotografía aún sin haber sido inventada, anticipándose a sí misma. Hasta en esto me sorprende. Desde que la conozco me ha intrigado. Tan irreal como misteriosa. Llena de inagotables y punzantes cruces.

Algunos creen que alejándonos de algo se obtiene una visión más acertada. Y cierto es que una mirada panorámica te permite tener una visión más amplia de las cosas. Pero se pierde el detalle.  Una visión general de un agujero negro dentro de una galaxia puede dar una idea equivocada de su realidad. Alejando el punto de fuga para ampliar el espectro visible, e incluso invisible, del todo. Asegurándose la distancia para no ser molesto. En definitiva para no conocerlo. Sin embargo, quienes viven más cerca del agujero poseen una vista más acertada de este. Conocen el detalle. Tienen la oportunidad de rascar con la uña la textura, lo sienten . Saben lo que es estar en el borde.

¿Cuál es mayor? ¿El agujero negro del zapato de un científico de este país?, ¿O el que genera esta política ignorante?.  El borde existe. Cuanto más aumenta el agujero negro, mayor es su  borde también. Hasta que al final, con el horizonte de sucesos, lo engulle todo. Los inteligentes se van y los ignorantes se quedan para gobernar este colapso gravitatorio.



1.     Perspectiva cónica. F. Brunelleschi. Renacimiento. Quattrocento. Florencia.

2.     Cámara oscura. Primer “Tratado óptico”. Alhacén. Año 965. Basora. 1ª descripción completa e ilustrada por Leonardo da Vinci. 1680. Florencia.